En el artículo de lesiones de la madera, veíamos que estas pueden tener dos orígenes: los bióticos, causados por seres vivos que se alimentan de la madera, como hongos e insectos, los cuales vamos a ver detalladamente en este artículo; y los abióticos, los que tratamos de forma extensa en el post “Lesiones abióticas de la madera” cuyo enlace también te dejamos al final de este artículo para que pases a echarle un vistazo si te interesa.
Ataques bióticos |
Mohos y hongos – Pudrición parda o cúbica – Pudrición blanca o fibrosa – Pudrición blanda Insectos – Carcoma – Coleópteros – Termitas |
Ataques abióticos |
Fuego Agentes atmosféricos Agentes físicos Agentes químicos |
Ataques bióticos
Dentro de este grupo, encontramos dos grandes conjuntos de especímenes que pueden atacar a la madera, que son los hongos y los insectos.
Pero antes de ver los distintos seres que atacan a la madera, y cómo diagnosticarlas y tratarlas, es importante hacer una breve mención a la composición de la madera seca, la que empleamos en construcción y decoración, ya que según qué xilófago se encuentre en la madera, éste atacará de una forma y otra; la madera está constituida principalmente por celulosa (un 55%), que posee un tono claro; lignina (un 30%), con un tono bastante más oscuro; y el agua de constitución de las propias fibras de la madera (un 15%, ya que recordemos que estamos hablando de madera seca), la cual es esencial para que se mantenga la cohesión del material. Estas proporciones varían levemente en función del tipo de madera.
Pudrición de la madera por mohos y hongos
Este grupo es el principal responsable de que los elementos de madera se pudran. Su proceso es gradual, y comienza cuando la madera adquiere unas condiciones óptimas para que se establezca el moho, empezando por una humedad superior al 25%. En ese momento las esporas, que están normalmente en el aire, empiezan a desarrollarse, formando hifas, unos filamentos a través de los cuales se alimenta de la madera, y pueden ser visibles en la superficie. Si no se actúa se pueden llegar a formar hongos.
Dentro de las pudriciones encontramos 3 tipos:
Pudrición parda o cúbica
Llamada así por producirse por un tipo de hongo que tiene predilección por la celulosa, dejando como residuo la lignina en forma de polvo de color oscuro; cuando se seca se forman grietas que dan lugar a pequeñas piezas cúbicas de baja consistencia.
Pudrición blanca o fibrosa
En este caso, el hongo que la produce tiene especial predilección por la lignina, aunque también se alimenta de celulosa, dando como resultado un tono blanquecino en la superficie afectada, además de un aspecto fibroso.
Pudrición blanda
Para que se extienda este tipo de hongo es necesaria una gran presencia de humedad; se alimenta de celulosa y da como resultado una madera con aspecto esponjoso.
Tratamiento contra la pudrición y hongos de la madera
Eliminar los problemas causados por hongos puede ser relativamente sencillo; como hemos comentado al principio, para que se puedan desarrollar este tipo de organismos es indispensable que existan unas condiciones de humedad favorables; por ello, el primer paso será reducir la humedad de la madera, para ello se somete a corrientes de aire caliente. Por este motivo, es más fácil tratar este tipo de lesiones en los meses cálidos.
Al mismo tiempo deberemos eliminar la zona afectada si esta ha resultado muy dañada, lo cual resulta sencillo al tratarse de una madera debilitada, por lo que prácticamente no nos costará. En el caso de que la pieza quede muy dañada, deberemos colocarle una prótesis o un refuerzo. También es deberemos limpiar utilizando un trapo humedecido con lejía, para asegurarnos de que no quedan esporas en la madera.
Una vez tengamos la pieza saneada, deberemos aplicarle un producto que evite que los hongos puedan volver a desarrollarse. Nosotros recomendamos lasur, que es un tipo de barniz que penetra en el material, por lo que no altera el color ni el tacto del material; puedes comprarlo en Amazon pulsando aquí.
Insectos xilófagos
Estos pequeños devoradores de madera son muy peligrosos, ya que se atacan el interior de esta, siendo en muchas ocasiones tardía su diagnosis. Principalmente encontramos termitas, coleópteros y carcoma.
Cómo actúan las termitas
Es el xilófago más peligroso ya que no deja marcas visuales en la superficie, por lo que aunque un elemento esté aparentemente en perfectas condiciones su interior puede estar hueco; al tratarse de un insecto fotosensible se mueve únicamente por el interior de la madera, y en caso de necesitar desplazarse por el exterior de ésta, construye pequeños conductos en la superficie, de unos 2mm de diámetro, empleando barro, serrín, y excrementos; emplean el mismo mecanismo para tapar los orificios de entrada que realizan en la madera.
Su aspecto es blanquecino y de pequeño tamaño. Se trata de un insecto que vive en colonia, situándose en la propia madera o en la tierra bajo el edificio o en las inmediaciones, llegando a ubicarse incluso a decenas de metros de nuestra vivienda. Su estructura social está muy marcada, siendo la reina la encargada de poner huevos.
Cómo actúan los coleópteros
Este tipo de insecto tiene 3 fases: la fase larvaria, esta es justamente en la que mayor cantidad de madera consume, formando galerías en el sentido de las fibras de la madera; se halla tanto en elementos estructurales como decorativos y mobiliario, sin afectarle el nivel de humedad. Después, la larva pasa a una fase intermedia llamada pupa, para finalmente llegar a su último estado; en este periodo ya no se alimenta de madera, y su objetivo consiste en reproducirse mediante la puesta huevos, de los que saldrán nuevas larvas que seguirán alimentándose de madera. Una forma de identificar este tipo de xilófago consiste en la percepción de agujeros de salida, con forma circular u oval, en pequeñas cantidades, pero de un tamaño que suele ir entre los 5 y los 10mm. También se puede observar la salida del insecto en su fase adulta.
Cómo actúa la carcoma
Pertenece a la familia de los coleópteros, y son de pequeño tamaño. En las piezas está afectada por carcoma encontramos la presencia de multitud de pequeños orificios de pequeño diámetro, entre 1 y 4mm, en su superficie. Es más común encontrarla en muebles, aunque también puede darse en puertas y estructuras de madera.
Herramientas para la diagnosis y detección de insectos xilófagos
La inspección visual resulta insuficiente al tratarse de seres que, como decíamos en párrafos anteriores, atacan desde el interior, siendo un estado avanzado de la colonización del elemento cuando se comienzan a apreciar orificios exteriores, por ello es necesario el uso de herramientas para verificar la magnitud del daño. Dichos útiles son bastante económicos y fáciles de emplear; principalmente se emplean:
Cámara endoscópica: se introduce por los orificios exteriores para observar el estado interior de la pieza. Tienen un diámetro entre los 6 y 8mm, por lo que resulta práctica con los coleópteros de mayor tamaño.
Detectores sónicos: permiten oír y localizar al insecto mientras mastica la madera. Pudiendo analizar el grado de invasión de un elemento.
Ultrasonidos: esta es la forma más eficaz de estudiar si existen cavernas o huecos en el interior de la madera, así como su extensión y el grado de desgaste interno a lo largo de la pieza.
Controlar el ataque de termitas y coleópteros
En este caso, la metodología será diferente según del tipo de xilófago al que nos enfrentemos:
Tratamiento contra las termitas
Es uno de los casos más complejos de solucionar debido a la dificultad de localizar la colonia. En primer lugar, deberemos secar la madera, ya que la termita necesita que la humedad esté por encima del 20%, para ello someteremos la pieza a corrientes de aire caliente. Es muy importante controlar el nivel de humedad, verificar que no existe otra patología que la pudiera estar provocando.
Dada la dificultad para actuar en estos casos, lo recomendable suele ser contar con la ayuda de una empresa especializada.
Tratamiento contra la carcoma y otros coleópteros
El modo más sencillo de acabar con los xilófagos larvarios como la carcoma, si el elemento continua en condiciones aceptable de estabilidad e integridad, es mediante la inyección por los orificios la aplicación de un protector insecticida (puedes comprarlo en Amazon pulsando aquí). También aplicaremos una capa protectora mediante pulverizado o pintado del exterior de la pieza, sellando los agujeros, y así impedir tanto la entrada de oxígeno como el acceso y salida del insecto en su fase adulta.
Si tienes cualquier consulta no dudes en mandárnosla mediante el Formulario de contacto, estaremos encantados de ayudarte.
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